Es el día designado para las asunciones presidenciales.
El Día de la Restauración de la Democracia se estableció con la Ley N º 26.323 que fue sancionada por ambas cámaras del Congreso el 22 de noviembre de 2007. Fue para recordar la restitución de la Democracia y el Estado de Derecho en Argentina cuando asumió como Presidente de la Nación Raúl Alfonsín, el 10 de diciembre de 1983.
El 30 de octubre anterior en nuestro país se habían celebrado las elecciones que declaraban ganador al líder radical y marcaban la vuelta a esa democracia que había sido interrumpida durante casi ocho años. El último golpe militar –y el más cruento– había empezado el 24 de marzo de 1976. Fue un régimen que no sólo cercenó las libertades individuales como el derecho al voto, sino que además persiguió, asesinó y provocó la desaparición de miles de personas a lo largo y a lo ancho del territorio nacional.
Por eso, ese 10 de diciembre en que asumió ante la Honorable Asamblea Legislativa, el presidente electo ofreció un discurso memorable. “Los pueblos, como los hombres, maduran en el sufrimiento y no seríamos dignos del nombre de pueblo si no fuéramos capaces de aprender la lección del dolor. Lo primero que no debemos olvidar es que lo más valioso que tiene nuestro país son los hombres y las mujeres que lo habitan. No es el petróleo, ni las vacas, ni el trigo, ni las fábricas, sino el trabajo y la capacidad de creación de todos y cada uno de nuestros habitantes lo que da sentido y riqueza a nuestra Argentina, como a cualquier otra nación del mundo”, proclamó.
Y agregó: “Tenemos una meta: la vida, la justicia y la libertad para todos los que habitan este suelo. Tenemos un método: la democracia para la Argentina. Tenemos un combate: vencer a quienes desde adentro o desde afuera quieren impedir esa democracia. Tenemos una tarea: gobernar para todos saliendo de la crisis que nos agobia”. Para coronar su discurso con su frase más potente: “Con la democracia se cura, se come y se educa”.
(TN)