En un emotivo acto realizado en la sede de la calle Pasteur, hicieron un fuerte llamado contra la impunidad.
Al cumplirse 25 años del atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el más sangriento de la historia argentina, que dejó 85 muertos y 300 heridos, la comunidad judía renovó este jueves el pedido de justicia para las víctimas.
A las 9:53, la hora exacta de la explosión, sonó la tradicional sirena. Posteriormente, el periodista Fernando Bravo comenzó la lectura de un emotivo homenaje y se leyó el nombre de cada uno de los fallecidos.
Bajo el lema "85 vidas arrancadas, 25 años de impunidad", el acto central fue convocado frente a la sede de Pasteur 633 por las autoridades comunitarias y el sector mayoritario de los familiares de las víctimas. Allí, el presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum calificó el atentado como "uno de los instantes más traumáticos en la historia de nuestro país", y aseguró que tienen "el corazón y el alma con el mismo dolor que nos dejó la bomba asesina".
"25 años después nos preguntamos cuál es el origen del odio que lleva a un grupo de personas a idear y ejecutar un atentado terrorista para terminar con la vida de un humanos a los que eligieron como blanco de sus ideas fundamentalistas", continuó el dirigente en su discurso.
En ese sentido, hizo un fuerte reclamo contra la impunidad: "Nos preguntamos, con una sensación de impotencia que no puede describirse, cómo es posible que 25 años más tarde no haya un solo responsable preso cumpliendo condena por este delito de lesa humanidad".